ahora es cuando hay...

desde nuestro refugio encantado en San Juan de los Morros, Venezuela.., notas, artículos, curiosidades, visitantes ilustres, opiniones, comentarios etc, todo aquello que nos motive publicar...

El acontecer humano y también divino..; concretamente lo que nos acerque, nos una y podamos compartir...

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Binvenidos amigos todos.., es nuestra intención hacer de la palabra un arte y por medio de ella comunicarmos y establecer los vínculos de amistad...

Gráficas, thanks to: elhuyar-blogak.org

¿EXISTE DIOS...?


Juan Yáñez “Dios está en el Cielo, en la Tierra y en todo lugar” Este irrefutable enunciado pertenece al Catecismo y muchos de nosotros lo recordamos de cuando tomamos la primera comunión. En nuestra niñez, Dios no era motivo de preocupación. Estábamos concientes de su existencia, lo respetábamos y a nuestra manera lo amábamos; y muchas veces y eso era pecar– invocábamos su santo nombre en vano. Sencillamente, Él estaba y eso no era motivo de duda ni de conflicto alguno. Pero al crecer, algunos de nosotros nos apartamos de esa fe, porque creíamos que la presencia de Dios nos molestaba, (muchas veces era por motivos políticos, sociales o de otra naturaleza) y era entonces que nos volvíamos ateos o algo mucho peor: Ser indiferentes…, que es cuando Dios nos importa un bledo… Pero, afortunadamente hace tiempo que ya pasamos esa etapa, Dios nos tuvo paciencia y algo mucho más que eso: nunca perdió sus esperanzas en nosotros. Hoy día, Dios se nos hizo tan imprescindible, que no imaginamos la vida, sin la cotidiana presencia de él en nuestros corazones y en nuestros actos. No obstante hay otros hermanos nuestros, semejantes a nosotros que todavía carecen de esa fe y al igual, Dios tiene esperanzas en ellos. Tarde o temprano no podrán evitar que el infalible fuego de la fe arda en sus almas. Hay otros que consideran que la existencia de Dios nunca fue probada…, y es cierto, pese a que Dios también es ciencia se usan procedimientos erróneos y limitados, que al no alcanzar resultados sobre su existencia, sencillamente la niegan. Sin embargo ahora hay nuevos científicos, que ha pesar de que a algunos no les falta fe, se interesan en demostrar la existencia de Dios. Ya se han encontrado algunos resultados y fue en el campo de la neurología. Las investigaciones llevaron a descubrir que en el cerebro existen zonas específicas en que las neuronas están configuradas para la espiritualidad o el sentimiento religioso. Es como si Dios dejase en el cerebro la evidencia de su presencia para concedernos la oportunidad de conocerlo y alcanzarlo. Se ha experimentado en laboratorio mediante la aplicación de impulsos electromagnéticos producidos por solenoides colocados en la parte externa del cráneo, precisamente en los lóbulos laterales. Esta experiencia dio como resultado, la percepción por parte de los que se prestaron a esta prueba, de sensaciones de tipo místico, que los condujo a trascender su propia identidad individual e identificarse con un todo que llegaba a una conciencia universal en la que desaparecía el ego. Lo interesante de esa experiencia es que los actores de la misma dicen que su vida mejoró y su percepción del mundo cambió. Se hicieron asimismo pruebas en religiosos y personas dedicadas a la vida espiritual, que en estados de profunda meditación o de oración registraron un cambio en la actividad de los lóbulos parietales. A pesar de todo ello los científicos aún no se han puesto de acuerdo sobre la autenticidad del fenómeno. En lo que no hay dudas y en ello están claros, inclusive los ateos, es que la religiosidad facilita la adaptación del individuo al medio, les estimula las áreas afectivas y emocionales; y con ello consiguen un mayor bienestar y felicidad. De todas maneras, la existencia o la negación de Dios es para los que tenemos fe, un hecho que no nos preocupa y la presencia de Él nos es suficientemente evidente. De lo que sin duda Dios sabe, es que aún no ha nacido el primer ser que podrá escapar al conocimiento de su naturaleza.., Él espera, le sobra paciencia…


Material gráfico, agradecimientos a: www.taringa.net - www.chidananda.org - www.myspace.com - worldpress.com - angelfire.com - Foto Gim

Publicado en COLUMNA DE PAPEL del Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 29.06-08


PORQUE MATARON A QUIRPA...


Juan Yáñez

“ …Yo no se por que en Güiripa no quieren a los llaneros, porque mataron a Quirpa e hirieron al Guitarrero”…

Estos versos de un joropo llanero, conocido por muchos y sin embargo pocos saben quien fue Quirpa. Aquí intentaremos revivir al personaje, que realmente existió, pero la documentación es escasa y como en estos casos siempre ocurre, la historia se convierte en leyenda. A finales del siglo XIX, después de tantos conflictos políticos que asolaron a Venezuela, la actividad económica, estancada y atrasada comenzó a surgir lentamente. Unos pocos se aventuraron a transitar por los senderos y caminos, llenos de hombres desmovilizados o desertores que se convirtieron en forajidos que asaltaban a los viajeros. Fue de hecho una acometida temeraria para aquellos valientes que signaron el progreso y el desarrollo nacional. Allí, entre ellos, comienza nuestro protagonista su historia. Se llamaba José Antonio Oquendo, mas conocido como Quirpa; natural de la sabana y criollo a carta cabal. La ganadería era su fuerte y él mismo arreaba su propio ganado y lo comerciaba en Caracas y la región central. Tenía aptitudes prominentes para la música. Fue un coplero de voz armoniosa, buen arpista y un maestro en el contrapunteo. Su fama abarcaba toda la región llanera y era conocido y apreciado fuera de ella también. En una adversa oportunidad arreando ganado hacia Caracas hizo escala en San Casimiro, para descansar, acomodar la tropa y pertrecharse de lo necesario para proseguir la travesía. Su presencia no pasó inadvertida y unos pobladores del vecino pueblo de Güiripa organizan una fiesta en su parroquia e invitan a Quirpa a acompañarlos. Sin dudar un instante el coplero acepta el ofrecimiento y marcha con su arpa, que siempre lleva consigo. Lo acompaña su eterno compañero en el trabajo y la parranda, del que solo ha quedado su apodo, El Guitarrero; aunque el realidad era ejecutante de cuatro. Allí se distinguió Quirpa con su música, simpatía y encanto. Tocó largo rato, compartió su protagonismo con otros músicos de la región, hasta que el aguardiente cambió los ánimos y convirtió la fiesta en una cobarde agresión hacia Quirpa, que le siega la vida con una certera puñalada en el corazón. El Guitarrero fue herido gravemente al intentar protegerlo. Allí y así acabó la vida de este legendario músico que aún es recordado por algunos, sin conocer su remota historia.

Hace algunos días, -a principios de mayo del 2008- fuimos Güiripa, interesados en recabar información mas detallada sobre este hecho. Llegamos hasta el final de la calle principal, que después de pasar por la plaza, la iglesia y la casa que fue del Cardenal Castillo Lara, termina a escasos metros de allí. En este lugar y frente a una antigua pulpería que ahora se convirtió en una bodega, nos encontramos con unos cordiales borrachitos, que sentados en suelo comparten una botella. Ellos conocen la historia de Quirpa… y sin moverse de su lugar nos indican el sitio donde ocurrieron los hechos. Está a unos escasos cien metros de allí, descendiendo por una angosta y empinada acera que serpentea a un lado de un profundo y abrupto barranco. Al llegar abajo nos encontramos con un río de pequeño cauce que cruzamos por un angosto y antiguo puente peatonal de hierro que termina en un solar despejado, aunque no muy extenso. Hay allí una pequeña plazoleta correctamente cuidada y rodeada formando un semicírculo por unos altos chaguaramos. En el medio de ella se ha colocado una placa sobre un pedestal, la que no refiere el hecho de lo allí acontecido, sino solo muestra los nombres de las personas que costearon su colocación. No hay duda que estamos en el propio lugar donde mataron a Quirpa e hirieron al Guitarrero. Luego de documentar gráficamente el lugar ascendimos la cuesta y ya arriba continuamos interrogando a los borrachitos. Preguntamos: ¿Por qué mataron a Quirpa...? Uno de ellos nos dice gravemente: “A Quirpa lo mató un marido celoso.”; otro para reafirmar lo dicho por su compañero, agrega: “Si, era muy jembrero.” Se hace un silencio denso y sostenido.., agotada la plática, ya no queda nada más por decir..; pero en el aire todavía subsiste una constante y velada presencia que desde la mañana nos acompañó, cuando llegamos a este típico y tradicional pueblo de las tierras altas, del sur del estado Aragua…


Juan Yáñez COLUMNA DE PAPEL

Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 18.05.08

Fotos del autor

Agradecimientos:

www.cellunerg.blogspot.com
www.venezuelacoplasyleyendas.com
www.mrr.name/25PDF

Lucy en el Cielo con Diamantes

Juan Yáñez

A nuestro nieto querido, Christopher

Lucy se nos ha ido al cielo…, y extasiada al conte
mplar la belleza que le rodea, descubre gratamente que aquellos diamantes que en la canción compartía, se hallan allí presentes, infaltables..., tal como se había vaticinado. Son miles de resplandecientes luces que, como inquietas luciérnagas titilan en el inmenso firmamento celeste. Siente que la ansiada paz ha llegado a su alma, que el amor es una energía inextinguible y que la esperanza florece en su momento y nunca nos defrauda.

El pasado martes 29 de septiembre el "Daily Mail" londinense publicó que Lucy O´Donnell, la que había inspirado una canción de los Beatles había fallecido. La simple nota necrológica no nos decía mayor cosa, leída así por encima porque creíamos desconocer a esta persona. Sin embargo, prosiguiendo la lectura de la noticia nos enteramos que Lucy es una célebre y querida conocida nuestra, como lo es de muchos de ustedes…, amables lectores. Es ella la heroína de la archiconocida y hermosa canción de Los Beatles: “Lucy en el cielo con diamantes”. Esta bella mujer de 46 años de edad, una sencilla ama de casa inglesa, fue cuando niña, motivo de inspiración para que John Lennon compusiera la conocida pieza musical. Asistió Lucy a la misma escuela que su hijo Julián y en una oportunidad cuando ambos compartían el preescolar, el primogénito del desaparecido ex Beatle, llevó a su casa un dibujo que había hecho de su compañera, al que había agregado unas estrellas en el cielo y que tituló: “Lucy con diamantes en el cielo”. Allí el niño sin siquiera sospecharlo, estaba inmortalizando a Lucy en el mensaje de una popular canción que su padre creó. Durante mucho tiempo se especuló que su letra estaba dedicada al L.S.D, la perjudicial sustancia alucinógena. (Opinión equivocada que se originó por tener el título de la canción, -en inglés- las mismas iniciales de la droga "Lucy in the Sky whith Diamonds"). Afortunadamente hoy sabemos que no es así; la inspirada canción fue compuesta a partir de un dibujo en los que un niño expresaba su más puro y valioso sentimiento de afecto. Del blog “elmundosigueahi, de Roberto Arancibia, recogemos una atinada exégesis que colinda con nuestro tema y esteticamente enlaza la poesía con la ciencia y dice así: “John tenía razón…! Hay diamantes allá arriba! Y uno está flotando cerca de la constelación del Centauro. Los astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian descubrieron una estrella hecha de carbón cristalizado que mide 1.500 km. de diámetro. Es un diamante hermoso y enorme, jamás imaginado por el más loco joyero terrestre. Se encuentra a 50 años luz de nosotros y es el corazón comprimido de una antigua estrella que alguna vez brilló como el sol…luego perdió la luz…y colapsó….”

Lucy cuarenta años después de aquel acontecimiento que inspirara la famosa melodía y luego de padecer el mal durante dos años en los que luchó decididamente, su cuerpo no soportó la cruel embestida. Un vocero de la fundación médica que investiga y da asistencia a los que padecen ese trastorno, expresó: "Es muy triste que ella finalmente perdiera la lucha que enfrentó con tanta valentía y durante tanto tiempo contra esa enfermedad tan desconocida como letal.” Hoy su cuerpo yace en una tumba que fue decorada en un póstumo homenaje familiar a su memoria con cristales que semejan al brillo inmaculado de aquellas inolvidables piedras preciosas que compartiera en la canción…Su alma ya pertenece al cielo.., definitivamente…, escoltada por diamantes.

Juan Yáñez, Columna de Papel.
Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, Venezuela, el 11 de octubre del 2009
Agradecimientos

Buenas Noches Amigos Invisibles

Juan Yáñez

Con las palabras que titulan esta entrada era que comenzaba el programa, “Valores Humanos”, que la televisión venezolana presentó semanalmente durante más de veinte años, -- y que se iniciara en 1963. En el mismo, la imagen y la voz de Arturo Uslar Pietri, llegaban a muchos hogares de Venezuela y también a otros de América Latina. Lo extraño es que állí se hablaba de cultura.., un tema en apariencia letárgico para el gran público, sin embargo, se tornaba seductor con las mágicas palabras del escritor. Se expresaba con una espontánea naturalidad, con un lenguaje sencillo, sobre el acontecer humano a través del tiempo.

El inconfundible telón musical de “Las cuatro estaciones de Vivaldi”, que anunciaba su comienzo, era oído por igual en los televisores de las barriadas populares, como en las urbanizaciones más acomodadas. Había en su discurso, una sorprendente erudición, un dominio del tema a tratar, una interpretación objetiva que calificaba con sapiencia y sensatez los acontecimientos, los sucesos de la historia, las anécdotas, que cautivaban de igual forma al televidente preparado como al ignaro. Fue Arturo Uslar Pietri un intelectual sobresaliente en las letras hispanoamericanas. Un hombre público, un escritor, filósofo, académico, político, empresario, periodista, etc. Quizás olvidemos alguna actividad que en su larga vida: -93 años- desplegó. Comienza muy temprano a ocuparse de las letras, que le apasionaron gratamente en su existencia. Desde la niñez se advierte su destino en sus primeras palabras , en sus preguntas, en sus tempranos comentarios y observaciones. Supo atrapar el saber, analizarlo, clarificarlo, despojarlo de lo intrascendente, descubrir sus valores para finalmente retornarlo a la sociedad… y así educar y formar a las nuevas generaciones. Su visión se manifiesta en sus más caros anhelos de sensibilizar a sus contemporáneos hacia las ventajas que ofrece la civilización. Su mensaje es: “Mañana es tarde, por consiguiente, mañana es hoy”. Su calidad humana la muestra en este su propio pensamiento: “-Mi gente es toda la que tiene o es susceptible de tener conmigo cosas en común. Comienza, en grado de parentesco decreciente, pero vivo y eficaz, por mi pueblo de venezolanos, para llegar al más remoto de los hombres. Pero el más remoto de los hombres siempre será más importante para mí que el mero goce estético de hacer frases. Y esta si que es una suprema lección, que todos debemos aprender.” Es José Ramón Medina, su amigo y colega quien lo describió acertadamente, expresando: una férrea periodicidad a lo largo de cuarenta y nueve años>. Y ya finalizando, amables y consecuentes lectores, transcribiremos las propias palabras de Uslar, a propósito de serle entregado en 1973, un premio en el Salón Dorado del matutino “La Prensa” de Buenos Aires. En ese acto lo acompaña Jorge Luís Borges, quien haría la presentación de don Arturo en la ceremonia. Dice así: …<-¿Dónde está el público?” (preguntó Borges que estaba ya ciego a Uslar). Le indico... Entonces comienza a oírse su voz transparente y asordinada, como un tambor a la funerala, como un eco de algo lejano y profundo. Lo entreoigo y lo entreveo a mi lado. Parece decir.: “Presentar a Arturo Uslar Pietri es presentar a muchos hombres, por lo que nuestro huésped puede decir, como Walt Whitman, el escritor americano por antonomasia: Soy amplio y contengo muchedumbres…”. De allí en adelante, el que empezó a no ver bien, fui yo.> (*)

(*) Fantasmas de Dos Mundos. Ed. Cit., 43-52

Pasando la página, sabemos que existe un exitoso grupo musical venezolano, dedicado al Pop y fundado en 1991, quien tomó su nombre del original saludo con que comenzaba su programa, Uslar Pietri...

Juan Yáñez, Columna de Papel.

Publicado en el Diario La Antena, San Juan de los Morros Venezuela, el 13 de septiembre del 2009

Agradecimientos
http://www.musicaygataponks.blogspot.com/
http://www.amigosinvisibles.com/

El Baqueano del Pico Bolívar

Juan Yáñez

El pico Bolívar, 5.007 metros sobre el nivel del mar, es la cumbre más alta de Venezuela. Forma parte del macizo andino La Columna y a éste pertenecen otros picos de menor altura pero no de menor importancia, como son: El Humboldt, Bompland, Toro y El León entre otros. Su cumbre fue alcanzada por primera vez en 1935. Los protagonistas de aquella aventura fueron, el farmaceuta merideño, Enrique Bourgoin, quien coronó el pico después de varios intentos frustrados, acompañado por Heriberto Márquez Molina y el guía Domingo Peña. Este último se convirtió, al paso de los años en el baqueano más famoso del andinismo venezolano.
La casa de Domingo, un ranchón llamado La Aguada, paso obligado del camino hacia el pico, sirvió durante muchos años como lugar de encuentro y ayuda para los escaladores. En aquella histórica escalada, la cumbre fue alcanzada por la vertiente sur, que es una de las más difíciles, por el obstáculo de los paredones verticales y lisos que en los últimos tramos de la ascensión se presentan. Pero fue la experiencia y la pericia de Domingo Peña, quien con prudencia guió en este difícil trecho. Fue este guía un hombre excepcional, nacido y criado en la montaña, perfectamente identificado con la exigente vida en el páramo. De contextura era pequeña, pero de una resistencia inquebrantable. Sus pies desnudos, siempre calzaban cotizas o alpargatas (tipo de sandalias rústicas venezolanas) hubiere o no, hielo o nieve. Muchas veces prefería subir descalzo, porque -según sus propias palabras- se agarraba mejor a la roca.
En aquel primer ascenso se transportó hasta la cima un pequeño busto de Bolívar, que posteriormente fue reemplazado por otro de gran tamaño, también de bronce que todavía corona la cumbre y que fuera transportado en dos partes, también por Domingo Peña y su hijo Lucio, en 1951. Muchas han sido las expediciones que sucedieron a aquella primera y muchas las que se hacen hoy día. Se exploraron otras rutas con diferentes dificultades y riesgos, aunque siempre es el mal del páramo el principal escollo para alcanzar la cima. Para el ascenso, -en estos últimos treinta años- se dispone del Teleférico para los primeros tramos. Desde la estación Barinitas, su punto de partida en la propia ciudad de Mérida, a 1.646 metros sobre el nivel del mar, se asciende hasta su última estación, el Pico Espejo, a 4.575 metros. En este lugar es conveniente, para aquellos no habituados a esta altitud, permanecer por lo menos una noche para aclimatarse. Asimismo es necesario un equipo para alta montaña, que incluya: piolets, crampones para hielo, carpas sacos de dormir, cuerdas y ropa de abrigo para soportar temperaturas extremas, que pueden descender a menos de cero grados. Desde allí por pedregosos y peligrosos senderos, que pueden estar cubiertos de nieve, según la época del año, se arriba al Glaciar de Timoncito, (4.700 mts. s.n.m.) -ya casi extinto por el calentamiento global- lugar de extraordinaria belleza con sus nieves perpetuas y sus cavernas heladas. En ellas se aprecian estalactitas y estalagmitas de hielo que al iluminarlas el sol producen el maravilloso efecto de la descomposición de la luz. En este lugar es conveniente acampar para pasar la noche y temprano en la mañana partir en busca de la cumbre del Bolívar. Al salir de Timoncito por el flanco sur, la ruta hacia la cima, se bifurca. Hacia la izquierda está la de Weiss, que es más corta y con menos hielo. Hacia la derecha, la de Bourgoin, que es más pintoresca aunque más dificultosa. Ambas son peligrosas y requieren de fortaleza física para trepar por paredes verticales con ayuda de la cuerda. Primeramente se alcaza La Ventana y a partir de allí la ruta se estrecha y se vuelve totalmente vertical. Luego solo queda la acometida final al trepar por la última pendiente y alcanzar los 5.007 mts. de su vértice. Con buen tiempo y después de controlar la emoción de hallarse en el punto más alto de la patria, serenamente se pueden observan los amplios espacios del territorio circundante. Subir al Pico Bolívar es una experiencia única e invalorable y así lo saben aquellos que con entusiasmo y coraje se animaron a alcanzar su cumbre.

Juan Yáñez, Columna de Papel
Publicado en el Diario La Antena, San Juan de Los Morros, Venezuela, el17 de agosto del 2008
Agradecimiento por las fotos a:

" La Aguada" casa de Domingo Peña, con vista a la vertiente sur del Pico