SI "VEINTE AÑOS NO ES NADA", ¿ALCANZARÁN NOVENTA Y DOS...?

Juan Yáñez

                                       Publicado en el Diario La Antena de San Juan de los Morros, el 13 de junio de 2010

                Para saber de la vida, solo hace falta vivir y ello bien lo hemos aprendido a fuerza trajinar en ella. Asimismo no nos pasa por alto, que también la vida es siempre un inevitable riesgo y además un compromiso. Aquellos que así lo han entendido, por la vida transitaron, llegaron a una honorable edad y dejaron una provechosa huella a su paso.

Eso bien lo ha cumplido Don Félix Morales; un respetable comerciante suficientemente conocido en nuestra ciudad de San Juan de los Morros, que desde hace mucho tiempo marca pautas que hicieron escuela en todos aquellos que se le acercaron y se contagiaron de su entusiasmo, de su cordialidad, de su serenidad y su don de gente.

¿Quién no recuerda a “El Cometa”, la librería y quincallería de la avenida Bolívar entre las calles Cedeño y Zaraza? En ese pequeño local además de conseguir hasta el artículo que no se encontraba en otros comercios de toda la ciudad, se hallaba Don Félix, quien con solo su genio y figura justificaba nuestra presencia allí. Le conocimos cuando llegamos a aquel San Juan de otrora, tan recordado y querido; nos complació su ambiente pueblerino y despreocupado; donde se hacía lo que se podía y lo que no, se dejaba para mañana.

Esa filosofía sabiamente venezolana y particularmente llanera, dista de ser una imperfección para tornarse una virtud en estos tiempos tan acelerados e intolerantes.

 Así ha sido siempre, solo que hoy día, la ciencia con sus investigaciones y su discernir ha reconocido la necesidad, -para curarnos en salud- de vivir prudentemente, sin nerviosismos ni angustias, ni ansiedades.

Exactamente eso es lo que nos muestra todavía Don Félix, -a todos los que gozamos de su trato- por que así es su persona y a la vez con su digno proceder nos está enseñando que la principal virtud en el trabajo, es la constancia.

Sin duda nuestro ilustre protagonista es un personaje para la Historia de San Juan de los Morros, por su trayectoria, su dedicación, perseverancia y su hombría de bien. Hoy a sus 92 años luce espléndido, perfectamente lúcido y se mantiene con una vitalidad que proviene del estilo de vida que le acompañó siempre.

Días atrás, exactamente el pasado 2 de junio ha aceptado gentilmente que se le ofreciera un homenaje. Es atinado precisar que las distinciones y los agasajos benefician más a los que los ofrecen que a los que los reciben y por ello tuvimos todos los participantes el grato honor de dar la bienvenida a Don Félix, quien se presentó cariñosamente acompañado por sus hijos, sus nietos y algunos de sus amigos, por el salón de actos de nuestra Biblioteca Pública.

Permitió pacientemente que se le entrevistara, que de él se hablara y se le demostrara el sincero afecto y respeto de todos los que allí asistimos y nos sentimos orgullosos de ser sus amigos.

Nuestro cronista, Argenis Ranuarez fue el adecuado animador del acto, sus palabras tuvieron la legitimidad que da el haber compartido con el homenajeado muchas experiencias y también las intervenciones de otros tantos amigos con precisas anécdotas nos hicieron pasar una mañana alegre, rememorativa y de feliz camaradería.

La organización el evento estuvo a cargo de los diligentes recursos humanos de la Biblioteca Pública Rómulo Gallegos, que coordina el Lic. Wollmer Úzcátegui. Todos ellos nuestros amigos de muchos años, son los creadores de esta iniciativa que han dado en llamar “Cátedra Permanente de Personajes Guariqueños”. Loable gestión que realizan con más corazón que recursos, para distinguir y apreciar a las personalidades más relevantes de nuestro estado.

 Don Félix Morales ya merecidamente retirado de las actividades comerciales, que fueron por sobre todo una valedera excusa para enseñarnos como disponer de los principios espirituales y  morales, detrás de un mostrador… Por ello le reconocemos y le agradecemos profundamente y no nos olvidamos de Doña Josefina, su fiel esposa y compañera de siempre.

Deseamos con el mayor de nuestros afectos, larga vida a Don Félix, su presencia todavía nos alienta, nos estimula y nos da nuevos bríos para seguir transitando por el maravilloso camino de la vida...

Material gráfico del autor.