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Kicillof choca con la realidad y el límite del relato. La mentira del kirchnerismo

Clarin.comPolítica30/09/16
Kicillof choca con la realidad y el límite del relato
Declaraciones polémicas (ahoraescuandohay.blogspot.com)

El ex ministro insiste en que no hay 13 millones de pobres.

Clarin.comPolítica30/09/16
Kicillof choca con la realidad y el límite del relato
Declaraciones polémicas

El ex ministro insiste en que no hay 13 millones de pobres.

 Kicillof en Mar del Plata, con Madres de Plaza de Mayo. Foto: Prensa Kicillof.
Kicillof en Mar del Plata, con Madres de Plaza de Mayo. Foto: Prensa Kicillof.
TAGSAxel Kicillof,miedo,pobreza,INDEC
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Marcelo Canton
Axel Kicillof sorprende. Este que ahora critica los datos de pobreza,  ¿es el mismo ministro que decía que no los medía porque eso era estigmatizante?, ¿es el mismo que suministró los datos con los que Cristina Kirchner aseguró en Roma que la pobreza en la Argentina era del 5%?

Hoy el ex ministro de Economía habló sobre la pobreza, un tema central del ocultamiento de información del kirchnerismo. Hace tres años la entonces Presidenta le ordenó a su entonces ministro, Kicillof, discontinuar las mediciones de pobreza. Es que habían tergiversado tanto las mediciones de inflación que ya las canastas de consumo que medía el INDEC daban risa. Eran los tiempos en que el Gobierno decía que en la Argentina se comía con $ 6. Y que volvía a asegurar que ése era el número una y otra vez. Kicillof acató la orden y la explicación que dio fue que medir pobreza era estigmatizar a los pobres. ¿Es el mismo que hoy critica los datos oficiales y dice que sobreestiman la pobreza en un 10 o 15 %?

Hubo un dato en los últimos días que pasó menos percibido que el estrépito de la confirmación de que en el país hay 13 millones de pobres. La pobreza según el INDEC llegó al 32,3 por ciento a fines de julio. La cifra coincide casi a la perfección con el 32,6% que había estimado la UCA para agosto. ¿Eso no serviría de aval para las mediciones oficiales? Para Kicillof no: formaba parte de la administración que también denostaba las cifras que elaboraba la UCA cuando el gobierno tapaba la información. En eso hay al menos coherencia y constancia. ¿Podremos entonces escuchar al ex ministro insistir, como hizo su gobierno antes, en que Argentina tiene menos pobres que Alemania?

Otro detalle casi de color. A fines de año, cuando en la prensa se comenzó a hablar de que el entonces Gobierno estaba usando una campaña del miedo para atemorizar a los votantes con la perspectiva de lo que vendría, hubo desmentidas y cruces. Ahora Kicillof también confirma esto: "Tan cortos nos quedamos con la supuesta campaña del miedo -dijo hoy-. Es una saga de 36 capítulos de terror a esta altura". Son los límites del relato, que hace agua frente a la realidad.

El problema es que no estamos hablando sólo de relato y palabras, sino de gente. Y no hay nada peor que negar la existencia del otro, negarse a verlo. Decir que la pobreza es menor, que esos pobres no existen, es negarse a ver a esos chicos que corren atrás de un carrito lleno de papeles a la madrugada, a los que están desnutridos al borde de la muerte, a los que se inundan con cualquier lluvia. Es ignorarlos, hacerlos invisibles. Nada más duro para un ser humano que no ser registrado por sus congéneres. Nada más lejos de los derechos humanos. Justo de quien se saca una foto con las Madres de la Plaza de Mayo. El círculo se cierra.         
         
         


PARAÍSO SOSTENIBLE


        Indio Yanomami, 1976. Foto por Edgardo González Niño
   
Andrés Ortega Mendoza
Cursó estudios de Electrónica y Matemáticas en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) cuando fue presidido por los doctores Humberto Fernández  Morán y Marcel Roche.
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PARAÍSO SOSTENIBLE
MARZO 10, 2016


La inmensa selva amazónica ocupa más del 30% del territorio de Brasil y se extiende hacia sus países limítrofes, correspondiéndole a Venezuela 175,000 km2 que conforman su Estado Amazonas.


En su obra Amazonia, un paraíso ilusorio (Editorial siglo XXI, 1976) la antropóloga Betty Meggers de la Smithsonian Institution, expone los sorprendentes resultados de sus dos décadas de investigaciones en las selvas de Brasil, que revelan cómo esa exuberante vegetación es producto de un prodigioso proceso de la propia naturaleza para proteger y aprovechar los escasos nutrientes del suelo amazónico, sometido a permanente erosión por el excesivo calor húmedo y las constantes y torrenciales lluvias.
Vista desde el aire, la floresta amazónica se presenta como una tupida alfombra verde interrumpida sólo por los ríos que la cruzan. Ese tupido follaje busca retener parte de la lluvia, para que se evapore al calor del sol, a la vez que la gran altura de los árboles permite una evaporación adicional de una porción del agua restante en su lenta caída hacia el piso de la selva. En el caso de las diferentes necesidades nutricionales de las diversas especies de plantas (nitrógeno, fósforo, calcio, magnesio, azufre etc.), estas se separan y dispersan sobre el terreno estéril para poder obtener el escaso nutriente necesario.


*En primer plano se aprecia la copa emergente de un árbol de Puy, en el horizonte el acantilado norte de la porción Kerepacupai de la famosa meseta Auyantepui. Estado Bolívar, Venezuela, 1999. Foto por Charles Brewer-Carías
Entre ese mundo vegetal de características únicas ha habitado el hombre indígena desde la época prehispánica. Para 1957 aún quedaban 143 grupos étnicos en las selvas de Brasil. En Venezuela, la Colección Orinoco de la Fundación Cisneros contiene 1627 piezas artesanales de la cultura material tradicional de las actuales etnias indígenas del Estado Amazonas: Makiritare (Ye´kuana), Piaroa (De´aruwa), Yanomami (Yanomami), Guahibo (Hiwi), Panare (E´ñepa), Hoti (Hoti), Baniva (Baniwa), Bare(Bare), Puinave (Puinave), Piapoco (Tsase), Curripaco (Wakuenai) y Guarequena (Warekena).
Esas comunidades mantienen su sistema tradicional de vida, el cual sustentan en todos sus aspectos con los recursos vegetales, animales y minerales de las selvas, ríos y montañas del medio ambiente, tomando de la naturaleza, con intuitivo sentido ecológico, lo estrictamente necesario. Al único precio de su fuerza de trabajo y su capacidad creadora, transforman esos bienes en la base de su alimentación y en objetos de uso diario como vestuarios, adornos corporales, armas de caza, variada cestería y cerámica, hamacas, atuendos rituales, instrumentos musicales, medicamentos, canoas y viviendas, todo manufacturado en base a tejidos, ataduras, pegamentos de resinas naturales y ensamblajes de piezas grandes de madera, “sin un sólo clavo”, como decía el explorador, coleccionista y fotógrafo documental Edgardo González Niño.
Si la naturaleza cubre plenamente las necesidades de la comunidad se crea el sentir de que el entorno natural pertenece a todos, lo cual aleja la envidia, el egoísmo, la mentira, la avaricia, la competencia, a la vez que fortalece la integridad del grupo étnico, donde rige la verdad como conducta colectiva.
Su mundo espiritual se apoya en sus ancestrales tradiciones y creencias que respetan y profesan como su razón de ser, más la absoluta obediencia a su Shamán, máxima sabiduría y autoridad elegida mediante difíciles pruebas.
Nacer, crecer y vivir en una comunidad indígena donde prevalecen la amistad, la fraternidad y la lealtad, con clara conciencia de las responsabilidades individuales que se suman para el bien común, sumado al respeto a las creencias ancestrales que fundamentan y definen su identidad, afianzada en un lenguaje propio, en medio de un ambiente natural arrullado por el canto de las aves y el correr de las aguas, induce a pensar que aún existe el Paraíso.

*Esta niña yanomamö se ha adornado las orejas con plumas de garza blanca (Casmerodius albus). Shabono de Ashidowa-teri en la cuenca del río Siapa. Estado Amazonas, Venezuela, 1991. Foto por Charles Brewer-Carías
Leyenda de fotos
*En primer plano se aprecia la copa emergente de un árbol de Puy (Eperua purpurea). Este árbol majestuoso de la familia Cesalpinaceae tiene la madera muy dura y florece en febrero. En el horizonte se aprecia el acantilado norte de la porción Kerepacupai de la famosa meseta Auyantepui, donde se encuentra la cascada mas alta del mundo, el Salto Ángel. Estado Bolívar, Venezuela, 1999. Foto por Charles Brewer-Carías

*Esta niña yanomamö se ha adornado las orejas con plumas de garza blanca (Casmerodius albus). Un palito le atraviesa el tabique de la nariz y el tono rojizo de la cara lo obtuvo frotándose la semilla de lashá (Bixa orellana).  Shabono de Ashidowa-teri en la cuenca del río Siapa. Estado Amazonas, Venezuela, 1991. Foto por Charles Brewer-Carías

Amado Granell, el héroe olvidado de París

Amado Granell durante la Guerra Civil. foto de la colección de evelyn mesquida

2ª GUERRA MUNDIAL
El héroe olvidado de París

Francia publica la primera biografía del teniente Amado Granell
Lo hace 71 años después de encabezar la liberación de la ciudad tomada por los nazis

KRISTIN SULENG.  EL PAÍS MADRID
Valencia 22 FEB 2016 - 18:32     CET
Amado Granell

Su hazaña, ser el primer oficial aliado en liberar París de la ocupación alemana, fue el símbolo del triunfo de la Francia libre sobre el fascismo. La mítica portada del diario Libération retrató su rostro un día después de entrar en la alcaldía parisina el 24 de agosto de 1944 al frente de la Nueve, la compañía de españoles integrada en la Segunda División Blindada del general Leclerc. Pero su nombre fue borrado del pie de foto. En aquella Francia liberada no podía encajar que un soldado español, el teniente Amado Granell, reluciera entre los héroes de su historia nacional como el libertador de París.

“Estamos orgullosos de haber luchado por Francia. Queremos ser soldados dignos de Francia, pero sin renunciar a ser españoles”, respondía Granell en una emotiva misiva en 1946 a quienes negaban la participación de los españoles en la liberación de París por el hecho de no ser franceses. La carta aparece entre las hojas de Amado Granell, le liberateur de Paris, la primera biografía del teniente valenciano que verá la luz en Francia a finales de febrero, editada por L’Harmattan.

Su autor, el historiador Cyril Garcia (Lyon, 1986), concede al oficial el lugar que nunca tuvo en los libros de Historia. Retratado como gran militar español del siglo XX en la Guerra Civil y en la II Guerra Mundial, laureado con la Legión de Honor de la República Francesa y protector del general De Gaulle durante el desfile de la Victoria en los Campos Elíseos, la esencia de Granell reside en el ciudadano comprometido por asegurar la transición democrática en España entre los monárquicos y la izquierda después de la guerra, a través de los contactos con Juan de Borbón, Indalecio Prieto o Largo Caballero.

“Esas razones hacen de Granell un hombre central de la historia contemporánea europea”, sostiene Garcia, diplomado en el Instituto de Estudios Políticos de Toulouse y doctorando en Historia Demográfica de Argelia. Bisnieto de murcianos y oscenses emigrados en los años veinte para trabajar en fábricas y minas de Lyon y Pau, este joven historiador conoció por primera vez la historia del teniente a través de la lectura de la edición francesa de La Nueve, la primera monografía dedicada a los españoles de la liberación de París, de la periodista alicantina Evelyn Mesquida.

Estamos orgullosos de haber luchado por Francia. Queremos ser soldados dignos de Francia, pero sin renunciar a ser españoles

AMADO GRANELL, EN UNA MISIVA EN 1946

Olvidados a ambos lados de los Pirineos, los españoles fueron apartados del imaginario de la Resistencia durante 60 años. Pero la primera biografía francesa de Granell, un esmerado estudio de tres años de investigación, aparece en una Francia muy distinta, la de los homenajes cívicos e institucionales, como el discurso del presidente François Hollande el 25 de agosto de 2014 o la inauguración de un jardín en memoria de La Nueve en junio de 2015 en el Ayuntamiento de París con la presencia de los Reyes de España.

En ese clima de recuperación histórica, el prefacio, a cargo de Michel Goya, coronel de la Infantería de Marina francesa, hijo de republicanos españoles y destacado especialista en historia militar del Instituto de Estudios Políticos de París, simboliza el reconocimiento público que un escogido grupo de militares encabezados por el general Michel Roquejoffre brinda al papel de los extranjeros del Ejército francés durante la gran guerra, como gesto insólito en un estamento hermético al debate histórico.


La escena emblemática con los pies en la playa de Normandía, donde el oficial se prometiera no abandonar la guerra hasta lavarse las manos en el Rin, encarna todo el coraje, la elegancia y la dignidad del personaje, explica Garcia. Pero leer la vida de Granell también es comprender las ideas de una izquierda reformista, no dogmática y respetuosa con las libertades públicas, las que marcarían la vida del teniente hasta perderla en un accidente de tráfico en 1972 en la localidad valenciana de Sueca. Ese compromiso por la libertad todavía está huérfano del reconocimiento institucional en España. “Ni el PSOE ni el PCE lo hicieron. Quizás hoy un partido como Podemos tendrá la voluntad de alzar la figura de este verdadero héroe popular en la historia española. Pero le corresponde al Estado español hacer ese trabajo con una rehabilitación y una promoción debidamente merecida”.

Quién es el Conde Branca, rey del fernet

Clarin.comViva25/01/16 - 20:38

 El conde Niccoló Branca, en la planta de Tortuguitas. / Argentina. 

Personaje.Heredero de un título de nobleza que dio un Papa, Niccoló Branca dirige la más argentina de las empresas italianas. Cuenta la historia del fernet y revela algunos (no todos) de sus secretos.

Eugenio Maestri

Diluvia en Tortuguitas. El Niño descarga toda su furia y una cortina de agua cubre el edificio de la moderna planta de elaboración de una de las bebidas preferidas de los argentinos: el fernet. Y para ser más precisos, del fernet con cola. Un fenómeno que arrancó hace varios años en la provincia de Córdoba al ritmo del cuarteto y que luego se expandió a todo el país. Boliches de moda incluidos.

Luego de una leve espera, aparece el conde Niccolò Branca, quinta generación al frente de la empresa familiar Fratelli Branca. De visita en la Argentina, vino a participar de los festejos por los 170 años de la compañía que hoy es un símbolo italiano. Una historia que nació en Milán, en 1845, de la mano de il signore Bernardino Branca, un boticario que, como un alquimista, comenzó a combinar hierbas para hacer una bebida que facilitara la digestión. Mucha agua (o fernet, mejor dicho) pasó debajo del puente desde entonces. El grupo creció. La marca se instaló y globalizó y hoy por hoy se bebe en 160 países alrededor del mundo.

La relación de la Argentina con el fernet es muy particular. La primera fábrica instalada fuera de Italia fue en Buenos Aires, en el barrio de Parque de los Patricios. En el año 2000, la empresa mudó sus instalaciones a Tortuguitas. Instalada con maquinarias y tecnología de punta, aquí se producen hoy unos cincuenta millones de litros al año. La mayoría, el 90%, se consume en el país y el diez por ciento restante se exporta. Para que se entienda la importancia de la Argentina en los números de Fratelli Branca, en Italia la producción es de 15 millones de litros.

Delgado, de impecable saco y pantalón azul, corbata al tono, anteojos, y prolija barba, el conde Niccolò Branca (el título nobiliario se lo dio a la familia el Papa Pío XI en 1930 y él lo heredó) lleva muy bien sus cincuenta y largos años. Al frente de una empresa que trasciende lo familiar, relajado a pesar de la lluvia intensa que no dio respiro en todo el día y de una reunión pendiente en pocas horas en la Embajada italiana, a lo largo de la charla verterá conceptos, analizará el mundo fernet. Dirá que una de las claves del éxito empresarial es ser “actuales en el tiempo. El fernet es un producto de 170 años, tiene mucho valor en el mundo. Lo que arrancó como una fórmula secreta, con una selección de hierbas, que nació como medicinal, hoy, con la misma calidad, se actualizó. Se puede mixear en cócteles o tomar como aperitivo. Y esto es porque ha mantenido una buena propuesta original. Permanece porque somos actuales. Lo mismo que sucede con una buena música, una buena ópera.”

Al por qué esa bebida, que nació como un amaro, con intenciones medicinales, se transformó en un fenómeno en el país no le encuentra “una explicación lógica”: “El fernet ya es parte de la cultura argentina. Es argentino a nivel masivo porque ustedes han hecho del fernet con cola un producto bandera, un invento con mucho suceso”. Para lograr esta simbiosis que existe con la Argentina, considera que mucho tuvo que ver la inmigración italiana que llegó a estas pampas y que por eso decidieron que se empezara a fabricar y producir aquí a principios del siglo pasado.

Con una fórmula secreta que poquísimos conocen en su totalidad, el Conde apenas esboza que permanece inalterable desde su creación, en 1845. Es una mezcla de hierbas. El secreto es propio del dosaje de cada una de ellas. El proceso de elaboración es lento y complejo. Las materias primas (hierbas, flores, frutos, cortezas y raíces) llegan desde los cinco continentes. Algunas de esas materias primas son molidas, para luego extraerles sus aromas, sabores y principios activos que formarán parte del fernet. Luego hay variados procesos de extracción. En algunos se utilizan agua a diferentes temperaturas y en otros alcohol o mezclas de alcohol y agua. De esta manera van naciendo diferentes semielaborados; a medida que avanza el proceso, algunos se van reagrupando con otros, formando nuevos. Luego, se mezclan en tanques especiales, incorporando la cantidad justa de alcohol y de agua. Es en este momento cuando “nace” el fernet, pero antes debe reposar un año en cubas y toneles de roble de Eslavonia para iniciar una lenta maduración. Así, en reposo, experimentará modificaciones hasta alcanzar el sabor y el aroma propio del fernet. Luego de un filtrado, se inicia su embotellamiento. Ya cumplido el período de maduración, llega a los consumidores.

Ahora, ¿por qué se llama fernet? Explica el Conde: “Es una palabra imprecisa. La leyenda dice que viene de un vocablo milanés. Se usaba un hierro caliente para mezclar las hierbas. Hierro caliente se dice ferro neto y ahí hay una derivación. También hay otra leyenda que dice que había un dottore que se llamaba Fernet. Todo es parte de la leyenda.”

A lo largo de sus 170 años de historia, los afiches de la empresa son una marca registrada. Pioneros en contratar artistas para que realizaran los carteles publicitarios que comunicaban la imagen de la compañía, también organizan Arte Unico, un concurso en el que ilustradores de todas partes presentan sus trabajos. El ganador será el afiche de la compañía ese año. Al respecto, Niccolò Branca dice: “En los años 1892/93 se empezó a trabajar con artistas para que realizaran publicidades para el mercado internacional. Ahí fue cuando se decidió que un águila fuera la imagen representativa de la marca. Se eligió un animal auténtico, fuerte, que guarda lejanía.” También destaca el trabajo que hacen los bartenders para la compañía: “El aporte es muy grande porque usan el fernet para hacer cócteles; es un reconocimiento a la calidad y la bondad de nuestro producto. Le da otro valor”.


¿Y al final, cómo se bebe? ¿Solo, con hielo, con cola, en tragos? Responde el Conde: “La Argentina ha enseñado a tomarlo con cola. El año pasado, en la Expo Milán, aceptaron esta variante. También se bebe Branca Sour, como el cóctel. O solo. O con hielo. Todo esto habla de la versatilidad del producto”.